Ermita de San Pedro de Orzales. Ribota
La iglesia de San Pedro de Orzales dio nombre al lugar en el que se levanta: la Llana de San Pedro que, a su vez, se trata de uno de los rincones más hermosos de Sajambre por situarse a los pies de una cascada. Es más, el arroyo cercano y el manantial mismo se identifican con la advocación de la iglesia, ya que el arroyo y el salto de agua lo son “de San Pedro”.
Es comprensible que la iglesia sirviera para identificar su propio emplazamiento, pero ya no lo es tanto que el apelativo de San Pedro se hiciera extensible al río cercano y a la cascada, los cuales perdieron su designación primitiva y fueron asimilados a la iglesia.
Para comprender mejor lo que pretendo explicar, voy a comparar lo sucedido en Ribota con la ermita de San Pedro y lo sucedido en la también localidad sajambriega de Oseja, en este caso, con la ermita de San Roque.
Como en Ribota, la ermita de San Roque se edificó a las afueras de Oseja y, al igual que sucede con la Llanade San Pedro, el terreno en el que se construyó se conoce genéricamente como San Roque.
Al igual que existe un arroyo en las cercanías de San Pedro de Orzales, también existe un riachuelo en las proximidades de San Roque. En el término de Ribota, el arroyo se llama Río de San Pedro, mientras que, en el término de Oseja, el arroyuelo cercano a San Roque se llama Río Buseco.
En los alrededores de San Pedro, el elemento más sobresaliente del paisaje es la cascada, que recibe el nombre de Salto de San Pedro. En los alrededores de San Roque, el elemento más sobresaliente del paisaje es una gran cueva con estalactitas y estalagmitas que recibe el nombre de Cueva del Buseco.
¿Por qué, en el caso de Ribota, el templo cristiano sirvió para identificar al río y a la cascada y, sin embargo, no sucedió lo mismo en Oseja con el arroyo y la cueva? ¿Por qué en Oseja el topónimo de San Roque se limita a la ermita y al terreno en el que ésta se edificó, mientras que en Ribota se extiende mucho más allá de la simple Llana de San Pedro?
La respuesta es que, a diferencia de la Cueva del Buseco, el río y el salto de agua de Ribota pasan a denominarse de San Pedro porque la iglesia se construyó precisamente CON ESE OBJETIVO. El objetivo de cristianizar un antiguo lugar de culto pagano que, en el siglo XIII, debía ser un paraje muy propicio para las supersticiones populares.